lunes, 22 de diciembre de 2008



La vida corre, la vida fluye, todo cambia y nada se mantiene, ya lo decía Heráclito antaño.
Todo está en continuo cambio: la tierra, la vida, la concepción del mundo, nuestros sueños, nuestras metas, nuestros sentimientos...
No existe nada eterno en cuanto a las personas, ya que todo, tarde o temprano, acaba para nosotros.
Precisamente por este motivo debemos aprovechar al máximo todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. ¿Y esto por qué? Es sencillo, simplemente porque no hay nada más doloroso para una persona, ni siquiera decirle adiós a una persona querida, que, al final de su vida, de su existencia, y yaciendo ya en su lecho de muerte, echar la vista atrás y contemplar cómo ha malgastado su corta existencia, como ha desaprovechado tantos momentos que podrían haberse convertido en los mejores de su vida, o, simplemente, en parte de esta... "¿qué hubiese pasado si ese día, en aquel baile, le hubiese dicho algo a aquella muchacha?, ¿y si les hubiese dicho que sí a los antiguos colegas cuando me dijeron tantas veces de salir, y por pura vaguería preferí quedarme en casa? ¿Por eso los perdí?, ¿qué me habría deparado la vida si aquel año, durante la época del instituto y las clases, hubiese estudiado más y de esta forma hubiese podido optar a aquella carrera que tanto me gustaba, y a la cual no pude acceder por mis nefastas puntuaciones? ¿Cómo habría sido todo si no hubiese perdido tantos momentos y tanto tiempo?"
Estos pueden ser los últimos pensamientos, aquellos abordan tu mente justo antes del último suspiro, quizás sea un remordimiento final, el más grande y doloroso de todos, antes de morir. "¿Por qué no hice tantas cosas y aproveché tantos momentos, si no había nadie que me lo impidiese?..." pero ya es demasiado tarde.
Los últimos segundos de tu vida han llegado a su fin... ya no puedes pensar en otro mundo, otra realidad, se acabó, no puedes usar esos pensamientos de escapatoria... ¿Qué hubiese pasado si...
...Silencio, sólo quebrantado por un suspiro, el último... y ahora también oscuridad... eterna, impermutable... nada más podrá ser ahora, ya no hay nadie que pueda responder a tus preguntas, es demasiado tarde para volver atrás y corregir esos aspectos de tu vida que tanto odias y que sabes que habrías sido capaz de cambiar, esas cosas que, por suponer un gran esfuerzo, las dejaste como estaban, sin ponerles siquiera un pequeño remedio.
¿Es este el final que deseas?
Sinceramente, yo preferiría ser una de esas personas que, justo antes de expirar, recuerdan todos los momentos vividos a lo largo de los años, tanto felices como tristes, simplemente vividos, y, finalmente, mueren con una sonrisa en la cara por el mero hecho de haber aprovechado, para bien o para mal, cada uno de los momentos de su vida.




Es el momento de poner remedio a todo aquello por lo que no hagas más que perder el tiempo, a todo aquello que te impida vivir tu propia vida.
Antes de que sea más tarde, antes de que sea demasiado tarde.

Sueña, Lucha y Vive... cuanto antes mejor...

- Sam -