¿Por qué esperar y no salir a buscar?
¿Por qué murmurar si nadie te va a escuchar?
¿Por qué llorar si nada vas a solucionar?
¿Sólo escribir sin llegar a decir?
¿Por qué tener miedo si no sabes que vas a encontrar?
¿Por qué mirar al cielo si la respuesta sola no va a llegar?
¿Por qué suspirar por algo que no será realidad?
¿Sólo maldecir, pues no sabes ya como seguir?
¿Por qué demonios quieres sonreir si ya no deseas vivir?
una causa, mil y una consecuencias...
¿Qué raza es esta en la que el temor a las cosas relativamente más fáciles puede cegarte e impedirte discernir con claridad?
¿O quizás es la visión con demasiada claridad lo que nos hace echarnos atrás?
A veces quisiera ser una piedra, no un cristal bonito, una simple piedra entre miles de ellas, sin tener que pensar, sin tener que expresar, sin tener que sentir, sin tener que vivir...
Pero la vida no está para despediciarla tirándola por la ventana.
Soy un capullo con patas...
S. Quevedo